El Romanticismo fue un movimiento artístico y social que, durante la primera mitad del siglo XIX, defendió la libertad de cada persona frente a las normas sociales, y subrayó el predominio del sentimiento sobre la razón.
En estos cincuenta años (1800-1850), la evolución del pensamiento fue mucho más rápido que en épocas anteriores. Ello se debió a las grandes convulsiones políticas y sociales que sacudieron Europa desde los últimos años del siglo XVIII: la más importante, el estallido del a Revolución Francesa (1789), en la que el pueblo de París rebeló contra el despotismo y el poder absoluto de los reyes.
Al divulgarse en España las ideas de la Revolución Francesa, los ilustrados frenaron su política de cambios, temerosos de que surgiera un brote revolucionario en España.
I. ORÍGENES DEL ROMANTICISMO
El Romanticismo como corriente literaria nació en Alemania, con un movimiento llamado Sturm und Drang, que significa “Tempestad e ímpetu”. Este movimiento se caracterizó por un gran individualismo y culminó en los tres grandes autores románticos alemanes: Lessing, Schiller y Johann Wolfgang Goethe.
II. POSTULADOS ROMÁTICOS
Los autores de Sturm und Drang establecieron estos Postulados:
• La belleza no está en decir la verdad, ni en lo razonable, ni en lo útil, ni en el consejo moral. La belleza es un placer en si misma.
• El artista conseguirá esta belleza a través de la imaginación. El que es imaginativo es general. Nace así el concepto del “genio” romántico.
• Para alcanzar esta genialidad que le permite expresarse la belleza, el artista debe expresarse con plena libertad.
III. CARACTERÍSTICAS DEL ROMANTICISMO ESPAÑOL
• Rechazo a las normas y temas neoclásicos. Los autores románticos rechazan tajantemente los temas con finalidad didáctica i moral. Asimismo, niegan toda norma poética que limite al escritor en su libertad creadora.
• La expresión de los sentimientos, sobre todo el amor que constituye la materia inagotable de obras románticas.
• Gusto por lo exótico. La necesidad que tienen los románticos de evadirse del mundo que los rodea, les hace buscar lo diferente: viajan para conocer paisajes, habitantes y costumbres distintos a los suyos.
• Interés por lo medieval. La Edad Media, considerada por los neoclásicos como una etapa de ignorancia y superstición, fue motivo de inspiración para los románticos: los castillos medievales, así como los magos, hechiceros, trovadores y juglares, damas y doncellas perseguidas y salvadas por valientes caballeros…
• Exaltación de la naturaleza, pero no la naturaleza serena del renacimiento y del Neoclasicismo, sino una naturaleza misteriosa y abrupta, hostil, llena de fuerza: torbellinos, tempestades, tormentas, olas gigantescas…
• Nacionalismo exacerbado, que en la literatura se expresa en el gusto por los valores nacionales y populares.
IV. PRINCIPALES GÉNEROS DEL ROMANTICISMO
1. Lírica. El romanticismo innovó la métrica: se recuperó el verso de arte menor, especialmente el octosílabo, que tiene un ritmo muy ágil. Los poetas españoles más representativos son Espronceda y Bécquer.
2. Narrativa. En esta época adquieren una gran importancia el cuento, que hasta entonces había pertenecido solamente a la tradición oral. De estos años son los cuentos de hadas, los cuentos fantásticos (de los hermanos Grimm y de Hoffmann) y los cuentos de terror de Edgar Allan Poe.
En España se escribieron pocas novelas, pero se leían obras traducidas. La que tuvo mayor éxito fue Ivanhoe, de Walter Scout.
3. Teatro. El teatro romántico se rebela contra las unidades dramáticas de tiempo y lugar impuestas por los neoclásicos. Es decir, la acción de las obras teatrales románticas pueden transcurrir en distintos días y también en diferentes lugares. Además, el teatro romántico empieza a combinar libremente el verso con la prosa.
El protagonista de los dramas románticos suelen ser un héroe misterioso, marcado por un destino adverso que lo lleva a un final trágico. Este destino es compartido por la heroína, desde el momento en que se enamora del héroe. Las obras recogen asuntos históricos legendarios, situados en la Edad Media o en Siglo de Oro español.
V. REPRESENTANTES
JOSÉ ZORRILLA. Nació en Valladolid en el año 1817. Inició sus estudios de leyes; sin embargo, impulsado por su romanticismo y su vocación literaria, abandonó el Derecho y se trasladó a Madrid, donde llevó una vida bohemia.
JOSÉ ZORRILLA. Nació en Valladolid en el año 1817. Inició sus estudios de leyes; sin embargo, impulsado por su romanticismo y su vocación literaria, abandonó el Derecho y se trasladó a Madrid, donde llevó una vida bohemia.
Se hizo conocido cuando leyó unos poemas suyos en el entierro de Mariano José de Larra, otro escritor romántico famoso. Su espíritu romántico lo llevó a viajar por el mundo. Vivió un tiempo en Francia y varios años en México. Al volver a España alcanzó gran popularidad.
Murió en 1893 rodeado de fama, pero sumido en la más profunda pobreza.
OBRAS LITERARIAS
La trayectoria literaria de Zorrilla es prolífica. Su poesía alcanza el cenit con Leyendas, que son pequeños dramas contados como narraciones en verso. Las más importantes de sus leyendas son Margarita la Tornera y A buen juez, mejor testigo.
Sin embargo, su reconocimiento se debe más a sus obras dramáticas. De sus dramas destacan El zapatero y el rey, sobre la muerte del rey don Pedro; Traidor, inconfeso y mártir, acerca del famoso pastelero de Madrigal, que se hizo pasar por don Sebastián, rey de Portugal; Don Juan Tenorio (1844), la más famosa de sus obras, se representa como una tradición en muchas ciudades de España a principios de noviembre. Trata el tema del célebre burlador de Sevilla, escrito antes por Tirso de Molina (siglo XVII) y por otros autores nacionales y extranjeros.
JOSÉ DE ESPRONCEDA. Nació en 1808, en Almendralejo, Badajoz. Fundó la sociedad secreta de Los numantinos, cuya finalidad era "derribar al gobierno absoluto". Sufrió reclusión por ello. Huye a Lisboa a los dieciocho años y se une con los exiliados liberales. Allí conoce a Teresa Mancha, mujer con la que vivió en Londres. Tras una actuación política agitada, vuelve a España en 1833. Lleva una vida disipada, plagada de lances y aventuras, por lo que Teresa Mancha lo abandona en 1838. Estaba a punto de casarse con otra amada, cuando en 1842 fallece en Madrid.
Batallas, tempestades, amoríos,
por mar y tierra, lances, descripciones
de campos y ciudades, desafíos
y el desastre y furor de las pasiones,
goces, dichas, aciertos, desvaríos,
con algunas morales reflexiones
acerca de la vida y de la muerte,
de mi propia cosecha, que es mi fuerte.
Las obras más importantes son El estudiante de Salamanca (1840) y El diablo mundo:
El estudiante de Salamanca (1840): Es una composición que consta de unos dos mil versos de diferentes medidas. Narra los crímenes de don Félix de Montemar, cuya amada Elvira, al abandonarla, muere de amor. Una noche, ve la aparición y la sigue por las calles y contempla su propio entierro. En la mansión de los muertos se desposa con el cadáver de Elvira, y muere.
El diablo mundo: Esta obra quedó sin terminar. Consta de 8.100 versos polimétricos, y pretendía ser una epopeya de la vida humana. El canto segundo (Canto a Teresa) ocupa buena parte del poema, y en él evoca su amor por Teresa y llora por su muerte.
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER. Nació en Sevilla el año 1836. Su padre era pintor y, en un principio, él también se dedicó a la pintura, pero a los dieciocho años se trasladó a Madrid en busca de su carrera literaria.
Sin embargo, su vida literaria en Madrid fue penosa: escribió libretos para zarzuelas y colaboró en periódicos no muy importantes para ganarse la vida. Finalmente, consiguió el cargo de censor de novelas, el cual le proporcionó suficiente tranquilidad económica como para dedicarse a escribir poesía.
Murió, enfermo de tuberculosis, a los treinta y cuatro años de edad, cuando preparaba la edición de sus obras. Nunca llegó a ver la fama y el lugar privilegiado que más tarde alcanzaría su obra dentro de la literatura española.
OBRAS LITERARIAS
OBRAS LITERARIAS
Bécquer es uno de los principales representantes de la corriente intimista y sentimental que surgió en la segunda mitad del siglo XIX.
Su producción literaria abarca en prosa y verso. Escribió piezas teatrales, en colaboración con amigos, y crónicas periodísticas. Pero, sin duda, lo mejor de Bécquer son su Rimas y las Leyendas.
Prosa: Su obra en prosa consta de Leyendas, veintiocho historias, en las que, según el ideal romántico, predominan el misterio y el más allá. Además, también escribió Cartas desde mi celda, un conjunto de crónicas compuestas durante su estancia en el monasterio de Veruela.
Poesía: Las Rimas
Bécquer reunió los poemas que compuso a lo largo de su vida, en Rimas. Son 79 poemas breves, de dos, tres o cuatro estrofas (salvo raras excepciones), generalmente asonantadas, con combinaciones de versos libres.
Actividades
1. Realiza un organizador visual (esquema de flechas) del tema el Romanticismo.
2. Dibuja a los representantes de la literatura Romántica española.
3. Analiza la obra Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer según el esquema de análisis que indique tu profesor.
4. Analiza el siguiente fragmento de la obra de Don Juan Tenorio de José Zorrilla de acuerdo a las indicaciones que mencione el facilitador.
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