miércoles, 10 de febrero de 2010

Primera Pluma Suelta 09-02-10

Echado sobre mi cama observando plácido ese encuentro de vóley de menores entre nuestra selección peruana contra su similar de Chile. Minutos pasaron y seguía transmitiendo en el canal 15 de Primavera Tv. el juego de las menores. El comentarista –por cierto muy aburrido- hacía su debut como tal en dicho canal… de pronto evoqué en mi memoria cuando estaba dentro de la pollería “El rico pollón”, a una cuadra de la Universidad Americana, degustando de un cuarto de pollo y en unos minutos después de digerir el primer bocado entró una pareja que me hizo recordar que mi alma está como la melodía del laberinto del fauno.

Tal vez triste,… de pronto una chispa de ingenuidad o ilusión encantada me embargó mientras seguía comiendo el pecho del pollo muy doradito… ¿por qué hasta el momento no me he enamorado’, ¿soy de otro planeta?, ¿seré insensible?, ¿un hombre sin corazón?, ¿un decepcionado depresivo?, ¿alguien raro de amar?... todas las interrogantes son patrañas. Esa noche antes de entrar a la pollería mientras me dirigía a la fotocopiadora de la Universidad Americana de mi tierra natal del insigne Mariano Lino Urquieta, vi a aquella linda fémina que estudia el primer ciclo de cuya especialidad no recuerdo. “Quizás no la quiero mencionar”, “si lee esta primera pluma suelta en mi blog estaré delatado”.

En fin terminé de consumir el cuarto de pollo que poseía exquisito sabor incomparable. Me dirigía a mi casa cuando… “antes entré al ambiente donde realizan fotocopias que el interesado desee, allí estaba ella de cabellos largos color azabache, poseía unos hermosos ojos redondos de color cafés, de tez ovalada casi perfecta, contextura delgada de buen cuerpo para mi gusto, de un metro con sesenta centímetros de estatura, de piel trigueña; quien vestía un apretado jean color azul junto con una blusa del mismo color. Nos miramos, la salude y correspondió a mi cortesía se acercó para ver qué iba sacar de copias ‘qué curiosa mujer, o tal vez era su estrategia para causar en mí la impresión que aún la llevo conmigo junto con esa interrogante o misterio sobre ella’. Ella me dijo -eso también tendría que presentar-, se refería a los boletos de pasajes que había hecho a Arequipa y el otro a Omate. Bueno le manifesté que por si acaso presentaré esa copia de los pasajes junto con otros documentos anexados a mi solicitud para justificar mi inasistencia y que el profesor de Comunicación me permita dar el primer examen del curso. Conversamos unos minutos más sobre la justificación de nuestras inasistencias hasta que la chica trabajadora en la fotocopiadora me dijo son veinte céntimos. ‘Qué inoportuna la chica’. La fémina de cabello azabache se despidió dejando un sentimiento que hace años no sentía”.

El claxon de un auto me hizo reaccionar de mi pensamiento y continué el sendero con destino al paradero de combi para ir luego a mi casa y ver el partido de vóley entre las menores de la selección peruana y chilena. Al llegar al paradero de la ruta veintidós, subí a la misma ruta saludando a todos en una sola emisión de voz y mi tío, de quien no me había dado cuenta que estaba en la misma combi me saludó –“Ojitos”- y correspondí a su saludo. Me senté dos asientos detrás de él y… “cuando salí de la fotocopiadora fui rápido a presentar mi solicitud, me recibió el señor administrador quien hacía las veces de secretario de la universidad, recepcionó mi solicitud, estreché su mano y me retiré al salón. En el aula me pregunté ¿qué pasa conmigo?, ¿este sentimiento, hace mucho no sentía algo similar a lo que tenía con…?, ¿por qué estaré un poco…, mejor diría muy emocionado?” Mis amigos me hablarían que es por la compañera de la otra carrera que me la encontré en la fotocopiadora. Pero después hice una retrospección y hace meses atrás en la oficina de Administración de la universidad me proponía a conversar con el administrador Juan, a quien no le encontré, luego sentado dirigí la mirada hacia mi izquierda y observé a dos señoritas: una era gordita cobriza que vestía un jean de color negro, una polera de color negra…, era evidente que es de tendencia emo; y la otra señorita me miró y me enseñó un afiche, era una propaganda sobre un evento que realiza la especialidad de contabilidad, me atrajo la última señorita y conversamos buen raro sobre el evento. Fue algo mágico y inacabable el diálogo hasta que llegó el administrador. Culminado la conversación con el administrador, me propiciaba a retirarme cuando me dijo ella –no te olvides de ir- ok le respondí. Ella era la misma chica que saludé en el ambiente de la fotocopiadora.

Es cierto que no fui al evento que realizó hace un mes atrás la especialidad de contabilidad. Pensando minuciosamente lo que pasó en mi vida dentro del mes de enero, cuando salía al receso me iba a comprar un plato de comida combinado de arroz chaufa con papas fritas, mollejitas y salchichas… presentía que alguien me observaba, oteaba de reojo y era cierto, alguien me atisbaba hasta que cuando volteaba ella se volteaba. Pues “¡quién era esa persona!”, sí es la misma compañera de… con quien hable en la fotocopiadora sobre los boletos del pasaje. Pero la duda está en mi mente, será extrovertida, mandada, habrá dado el primer paso ella, entonces por qué se acercó a la puerta de mi salón de ingeniería civil y besó a un compañero como saludo y se retiró rápido sin decir más palabra; por qué fue tras el tesorero como pidiéndole casi cariñosamente que la acompañe y no la deje… dudas van y dudas que matan por fin entonces creo que es hora de dar yo el primer o quizás el seguro paso…

Bajé de la combi caminé junto a mi tío unos paso en dirección a mi casa, nos despedimos, ingresé a mi habitación, reposé sobre mi cama que pide a gritos un “paraiso”, prendí la Tv… Pasaron dos set del partido de vóley entre nuestras representantes de la selección peruana contra las mapochas sureñas, hasta el momento estábamos ganando. Recordé que hoy nueve de febrero del 2010, un amigo de la universidad respondió a mi pregunta sobre Teófilo que no venía a la universidad hace días, me entró la preocupación y marqué el número de su celular de Teófilo, un buen y gran amigo, para saber de él. Pensé que se encontraba enfermo, pero gracias a Dios el amigo de Dios ni estuvo enfermo pero me causó algo de duda su retiro de la universidad, un misterio que después lo sabré como el nombre de la linda chica de la carrera de…, la conoceré mejor. Ojalá que nuestra selección de menores ganen todos sus partidos como lo hizo esta noche a su similar de Chile.

Terminó el mach entre las dos escuadras de menores, pero hay pluma suelta para rato. Esto es sólo el inicio de algo que aún realmente no empezó...

Por: Hugo